domingo, 31 de diciembre de 2017

The Seville Water Works Company

En este último día de 2017, España no deja de dolerme ni de sorprenderme por su patrimonio histórico. Y el último descubrimiento del año ha sido una instalación de bombeo de agua potable que data de 1885, conocida como Adufe Bajo, gracias a Ángel Domínguez Sánchez-Barranco.



La empresa británica The Seville Water Works Company logró la concesión administrativa para el suministro de agua potable a la ciudad de Sevilla en 1882. Con tal fin levantó un enorme edificio que albergaría una gran máquina de vapor encargada de elevar el agua de los ricos acuíferos de la  zona de los Alcores, en la próxima localidad de Alcalá de Guadaira. Así, desde el depósito de presión y almacenaje de Adufe Alto, situado a 80 metros sobre el nivel del mar, el agua ganaba energía potencial para poder llegar hasta la capital hispalense, con una altitud inferior a los 20 metros.




Aunque la máquina de vapor ha desaparecido, las instalaciones siguen en funcionamiento con máquinas eléctricas. El estado de conservación parece bueno y esto es digno de felicitación para la empresa propietaria. Y gracias a unas obras de mantenimiento llevadas a cabo en 2010, se pudo redescubrir el primitivo depósito de Adufe Alto, formado por hermosos pórticos abovedados confeccionados con ladrillos. Recomiendo ver el siguiente documental realizado para la compañía EMASESA, encargada en la actualidad del suministro de agua potable a Sevilla.



Este es otro ejemplo de obra pública e industrial llevada a cabo por capitales extranjeros en el siglo XIX español. La revolución industrial nos llegó tarde, mal y de la mano agenas. Manos que luego recogían sus merecidos beneficios directos e indirectos. Pensemos que no sólo, en este caso, el beneficio económico de la distribución de agua potable a Sevilla iba a parar a capitalistas británicos. Sin haberlo podido confirmar, me aventuro a afirmar que aquella máquina de vapor fue fabricada en el Reino Unido. Y otros tantos equipos utilizados en la estación de bombeo de Adufe Bajo. Hasta el carbón que consumía pudo venir desde el Reino Unido. ¿No había en aquel momento capitalistas y técnicos en España para haber podido asumir un proyecto así? Preparados y capacitados opino que si. Dispuestos, parece que no fueron suficientes.



Pero que nadie piense que mi crítica histórica y patriótica está motivada por la clásica manía española hacia los ingleses. Lo mismo sucedió con fábricas, minas y ferrocarriles impulsados por franceses y belgas. El problema residía en la actitud de los dirigentes políticos y clases pudientes de aquella España. Pero como algunos autores afirman, entre otras cuestiones, la enorme deuda del Estado durante aquella centuria y la práctica inexistencia de una burguesía adecuada, dejaron nuestros potenciales económicos en bandeja para compañías extranjeras. Y hablando de ingleses, en mi viaje a Londres el pasado mes de septiembre tuve la oportunidad de conocer el The London Museum of Water & Steam. Digamos que es una instalación semejante a la descrita, pero que conserva las viejas máquinas de vapor y funciona en la actualidad como museo. Aquel viaje, en su conjunto, me fascinó. Y me ayudó a adoptar una visión más personal sobre los ingleses. Con sus muchos defectos, sin ser los únicos, les admiro por su espirito de conservación y reutilización del patrimonio histórico. 
Estudiando la ubicación de Adufe Bajo, he descubierto que entre el edificio de bombeo y la loma sobre la que está el depósito de Adufe Alto, estuvo tendida la vía del ferrocarril de ancho ibérico Sevilla Alcalá y Carmona. Estuvo en funcionamiento entre 1876 y 1975.

Que este ejemplo, entre otros tantos de aquella época, nos sirva de reflexión sobre cuales deben de ser los verdaderos objetivos económicos de una nación, siempre desde el respeto a las demás, pero con el soberano amor propio.

Uno de los edificios del London Museum of Water & Steam. 

La chimenea  del London Museum of Water & Steam. Compárese con la de Adufe Bajo.  

  Motor de vapor de 3 etapas expuesto dentro del London Museum of Water & Steam.

 Locomotora del pequeño ferrocarril que completa la visita  London Museum of Water & Steam y evoca al que existió para el transporte de carbón y cenizas. 

Otro motor de vapor expuesto en la parte descubierta del London Museum of Water & Steam.





1 comentario:

  1. me parece una obra magnífica. gracias por darla a conocer. José María Valero

    ResponderEliminar